¿Venderías éxtasis, videos pornográficos, licores o cigarrillos a chicos de colegios de doce años? ¿O licores y medicinas adulteradas a gente que no sabe?

Si eres como la mayoría, tu respuesta será un firme ¡NO!

…pero hay quienes lo hacen.

Se dice que las ventas son ventas. Las mencionadas son también ventas, pero dañinas, y hay quienes venden a cualquier precio y a toda costa, sin mirar el bienestar de los demás.

Creo firmemente que el factor ético y moral en un futuro cercano, va a ser el nuevo y mayor reto para productores y vendedores.

La ética y el ser socialmente responsable tiene y tendrá siempre más un enorme peso en tu vida de emprendedor o vendedor honesto y con valores. De lo contrario, te transformarás en un simple mercenario que vende su moralidad por dinero.

Frecuentemente la Consciencia, y de paso la ética, está cubierta por el ego que no quiere escuchar a lo que NO quiere renunciar. Se prefiere mejor cerrar los ojos y continuar como si nada pasara, y ese es el camino que muchos siguen.

¿Qué hago yo entonces? ¿Te digo sólo lo que te gusta escuchar? ¿Me quedo callado? En ambos casos, eso significaría ir en contra de mi Conciencia. Porque estoy convencido de que no estoy aquí para ser popular, ni para gustar o complacer y que parte de mi función es hacer pensar y, si puedo y tengo la capacidad, intervenir, si es necesario, debo ‘sacudirte’ y hacerte pensar profundamente en ti mismo y en tu parte más preciosa y profunda, tu Ser.

Pero, para evitar choques y malentendidos hay una solución buena para ambos. 

Si eres un emprendedor, un vendedor o un publicista (y, conmigo incluido, la mayoría aquí lo es) y piensas que escuchar del Ser y de ética te puede irritar, sacudir u ofender en tu trabajo, la mejor solución es que no continúes leyendo esto, y te lo digo con cariño. Este artículo puede cambiar tu percepción ética sobre la venta y de ninguna forma ha sido pensado para ofenderte o atacarte, sino para hacerte reflexionar y actuar, si quieres. En ambos casos, esta decisión nos deja libres a ambos. A mí de escribir lo que pienso y siento, y a ti de retirarte a tiempo y continuar con tu vida.

Así que si no te sientes listo o lista para escuchar sobre ética, te aconsejo suspender esta lectura. ¡AQUÍ¡

BUENO, CONTINUAMOS CON LOS RESTANTES…

El mundo de hoy es un constante ofrecer, un vender y un comprar. Además de la venta dañina -que es fácil de entender y rechazar- está la venta común -con productos legales que se encuentran en cualquier supermercado o negocio- y la venta ética.

Los criminales, los codiciosos, y los deshonestos todavía no pueden ‘entender’ valores éticos o espirituales, así que este artículo está dedicado a las personas honestas.

Relacionándolo con la ética, tocaré aquí solamente el tema de la venta común.

Cuando se llega a un grado de evolución espiritual, los valores humanos estrictamente ligados con la Consciencia de cada Ser -entre ellos la ética de la venta- no son negociables, ni son sujetos a cambio por moda, lugar, pareja, o partido político.

Vender es saber convencer de comprar un producto a quien lo necesita. Mientras mejor sea el producto, más fácil será venderlo, claro está, usando buenas técnicas de venta. En ese caso, sea el productor, el vendedor o el comprador tendrán un mejor negocio y beneficio.

Hoy en día, gracias al estudio de la mente se está llegando a un conocimiento enorme del ‘por qué’ y del ‘para qué’ una persona compra, y de esta forma, vender se está volviendo cada vez más fácil. Gracias a las redes sociales y al uso de los ‘big data’ se conocen siempre más los detalles de la vida de una persona, de sus amigos, de sus gustos, y de sus debilidades, y ese conocimiento tiende a aumentar cada día más.

Dependiendo de la visión de cada uno se podrá usar esa información para bien –guiando a las personas a saber escoger lo que más necesitan, o para mal –usando sus debilidades que son hijas de los vicios y de los deseos de la ‘mente reptil’.

Recordemos que CONOCIMIENTO es PODER y el poder en sí mismo no es malo. Como casi todo, depende de cómo se usa. Si es utilizado sin discriminación, o sin tener en mente el bien común, lleva al riesgo de olvidarse de la ética que, con facilidad, puede transformar una venta común en una venta dañina.

Las Debilidades de la Mente

Observemos la mente humana. Guiada por los sentidos, la mente tiene la característica de correr detrás de lo que le interesa, de lo que la excita o que le crea curiosidad, de lo necio, de lo prohibido, de lo que es rebelde…y de todo lo que reta a la Consciencia.

Cuando la mente no tiene discriminación o voluntad, entonces correrá donde la lleven sus instintos básicos y más burdos, sin importar si son buenos o malos para la persona, su cuerpo y/o para los demás.

Este tipo de mente se puede controlar sólo a través del miedo al castigo que, en algunos casos, no es suficiente porque los deseos, alimentados por los sentidos, la oscurecen, y toman el control.

Por ejemplo, el alcohol. Digamos que soy un adicto al alcohol y por ese motivo varias veces he arriesgado mi matrimonio y he perdido el respeto de mis hijos. Aunque no quiero, y aunque esa es para mí una decisión dura que debo tomar para evitar un sufrimiento mayor, DEBO dejar el alcohol. Debo actuar por el miedo al castigo.

Un día me encuentro con un conocido, vendedor de licor que, al corriente de mi drama y de mi debilidad, me invita a tomar una copa con él. Después de la primera, ya no me puedo controlar, mis sentidos toman el mando, y me olvido del miedo de que mi pareja e hijos me van a dejar. Esa noche llegaré a la casa borracho, y cuando despierte, me sentiré mal y muy arrepentido. Sentiré que no soy digno de ellos, que no soy un hombre de palabra, y sufriré amargamente. Tal vez mi familia me dejará para siempre, y mi vida, en la soledad y desesperación, se degenerará más.

¿Y mi ‘amigo’ vendedor de licor? Pues, él hizo su venta, y pudo mantener su cuota semanal. Hizo ciertamente una venta legal, pero ¿fue esa una venta ética?

Pero el alcohol es un ejemplo extremo. Vamos a ver la venta de lo más común y necesario: la comida. Esa sí es una venta legal, común y corriente.

Aunque hay miles de investigaciones científicas que hablan de los riesgos de no comer saludable, y la gente lo sabe, así no lo quiera escuchar, está consciente de eso. Sabe que varios parientes y amigos sufren, llegan a verlos morir con cáncer y muchas otras enfermedades…y al mismo tiempo continúan comiendo comida chatarra, y la dan a sus hijos.

La gente quiere el bien pero, por debilidades o por seguir sus instintos, a menudo sigue el mal. Venderle aprovechándose de esas debilidades no es ético porque tú sabes que estás empujando a esa persona que no sabe o que no sabe decirte que no, en contra de su consciencia. No es ético dar a una persona lo que sus instintos quieren porque sabemos que actuando de esta forma, se degenerará ya sea personal o socialmente.

Es algo así como si en un puente te encuentras a una persona deprimida que mira pensativa hacia abajo. Si se lanza en el vacío tú no serás ciertamente responsable, ni eres el culpable de sus problemas, ni del hecho de que está deprimida; puedes continuar indiferente tu camino. O puedes quedarte con ella y contarle historias infelices, de cómo la vida es dura, y que no vale la pena continuar con ella. Además si vendes armas también podrías venderle una pistola, por si acaso tiene miedo a lanzarse…:-) O puedes hablarle en una manera tranquila y amable e inspirarla a vivir…

Éticamente ¡No se puede vender todo lo que sea y como sea! No podemos basar nuestra venta aprovechándonos de esos instintos que la naturaleza en su evolución ha integrado con algo más. Los instintos básicos son cuatro (comer, dormir, procrear y tener miedo) y están todavía en nosotros porque nos sirven para continuar nuestra existencia. Al mismo tiempo son obsoletos a los dones que nos llegaron más tarde con la evolución (cerebro límbico y neurocorteza) que son los correspondientes de intelecto e intuición que todavía muchos no sabemos usar. Sería como olvidarse de que ahora tenemos Internet y regresar al código Morse.

CONOCIMIENTO=PODER

Si eres vendedor o publicista, estudias y vienes entrenado para enfrentarte a personas que no tienen tu mismo conocimiento sobre el tema. Tú puedes manipularlos sin dificultad, o guiarlos a tu antojo. Así que si quieres ser un vendedor ético, debes mirar las necesidades y los intereses genuinos del cliente y venderle lo que necesita de verdad.

¿Por qué?

Porque ¡Tú sabes más! Y la norma es que cuando una persona sabe más, tiene mucha más responsabilidad.

No siempre lo que es legal es también ético.

Por ejemplo, es legal vender comida poco sana pero, no lo es desde un punto de vista ético. Es legal vender un carro, pero no es ético manipular a un comprador creándole necesidades que no tiene (como venderle una camioneta cuando sólo necesita un carro pequeño para la ciudad), y hacerlo endeudar. Y lo es aún menos si tú estás consciente de lo que estás haciendo aunque el comprador no sabe lo que quiere o necesita.

Un papá no da todo lo que los hijos le piden sino que usa su sentido común y benévolo para decidir si satisfacer o no esos deseos. Lo mismo pasa con quien viene a comprarte. No puedes vender algo que sabes que vendes, pero también sabes que es malo para la gente. La gente es ignorante, la gente está dormida, la gente necesita una guía, la gente necesita ayuda, conocimiento y benevolencia.

Tú estás consciente ¡y eso es bastante!

Si vendes de todas maneras, estarás vendiéndote a ti mismo y a tu moralidad. En tu consciencia sabes que ese producto llevará sufrimiento, deudas, enfermedad, problemas, y tal vez muerte a la persona que lo está comprando para seguir un instinto básico.

Claro está que eso implica una lucha entre tu mente burda y tu consciencia, pero eso es lo que te hará diferente y te hará transcender.

Además, lo sepas o no, lo creas o no, desde un punto de vista espiritual (y aquí estamos hablando de tu Ser) si estás sembrando sufrimiento, un día cosecharás sufrimientos. 

¿Interesado por un dinero hoy, y un futuro duro y malo mañana?

Si la ambición es alimentada por la codicia NO es una cualidad buena aunque, en sí misma, la palabra ambición, no es negativa.

Está en el imaginario colectivo el vendedor duro, capaz, sin escrúpulos, que vende pisando a cualquiera, que te muestra su último carro de alta gama, la modelo de turno, la ropa firmada, o el Rolex de oro…pero todo eso es efímero, y se vuela…es una ilusión que NO te va a dar la felicidad que buscas.

Esa NO ES la manera. No sigas a un ciego. ¡Esa persona NO SABE todavía!

Y a parte del alcohol y la comida, ha sido probado y tenemos la certidumbre de que fumar es malo, crea cáncer, daña la salud…y todavía continúa existiendo. Y así –aunque de una forma diferente- pasa con la venta de armas, de órganos, de prostitución y trata de mujeres y niños, de drogas legales e ilegales…

¿Por qué? Porque eso involucra intereses económicos enormes. Para ellos no es importante si los muchachos fuman, se drogan, o si los niños son vendidos. Lo importante es SU PLATA, SU LUJO, SUS AVIONES PRIVADOS, SU VIDA EN LA OPULENCIA…

¿Y quién les permite explotar y usar a la gente como si fuera una manada de ganado? Un ejército de mercadólogos, publicistas, vendedores, psicólogos, conferencistas, investigadores, científicos y empleados varios que planean todo el tiempo cómo venderte, cómo romper tus barreras, cómo convencerte de sacar tu dinero, renunciar a tu salud, a tu bienestar, a tu vejez, y a tu felicidad…

Puedo entender la posición de estas personas desde un punto de vista humano porque necesitan trabajar, y sé que no están haciendo nada de ilegal, pero no lo puedo aprobar éticamente.

¿QUÉ HACER?

Parece que estoy hablando mal de la venta, o que estoy dando la impresión de que vender o quien vende es algo negativo. Considero la venta necesaria porque todos necesitamos productos y debe haber quién los produzca y quién los venda. Las transacciones comerciales –y en entre ellas, la venta- son parte de la vitalidad de una sociedad para mantener el dinero en circulación, cosa que crea bienestar económico y social.

Al mismo tiempo, raramente se habla de la venta ética. Parece que tú NO puedes ser un excelente vendedor o volverte rico, vendiendo éticamente…y eso NO es verdad. Creo que la venta debe estar basada en el GANA-GANA para todos los involucrados: productores, publicistas, vendedores, intermediarios y consumidores.

Y tú, si eres un experto del gremio ¿Qué función tienes?

Tu trabajo es vender, pero es mi opinión que debes vender por la puerta principal, sin usos y abusos de las debilidades de la gente, que no sabe cómo comprar.

Además de velar por la satisfacción del cliente, deberías ser su guía. Si empiezas a ver a tu cliente como a un amigo, notarás pronto un cambio transcendental en tu venta; es también parte del imaginario colectivo que se compra siempre mejor de un amigo en quien se puede confiar. 

Y, muy importante y de no olvidar, es que esa persona, al comprar tu producto te ayuda a tener el bienestar, la riqueza y la vida agradable que tienes, además de darte lo necesario para poder educar a tus hijos y comer. Así, como él cuando compra tu producto te cuida, tú lo debes cuidar. Eso es un negocio ético, un gana-gana para ambos. Ofrecer algo de valor y recibir un beneficio a cambio.

A NIVEL PERSONAL – Pienso que la primera respuesta es la personal. Si yo soy ético, es claro que no voy a aprovecharme ni a engañar a nadie, incluso si conozco que esta persona necesita o me pide un producto que sé que es malo.

Con trillones de productos, ¿por qué debería yo vender algo malo para la gente?

COMO GREMIO – A veces hay como cierta complicidad silenciosa entre quien produce, promociona y vende. Me duele ver esa falta de crítica en los expertos del gremio aún sabiendo que están vendiendo productos que ellos mismos no consumirían o no darían a sus hijos.

ESTOY también SEGURO de que hay productores, mercadólogos, publicistas y vendedores serios que se hacen preguntas sobre la ética, que estudian, que quieren contribuir a que se venda de una manera benévola, sin engaños, respaldando al cliente y cumpliéndole, eliminando ‘los escritos pequeños’, y cualquier posible trampa que ellos conocen muy bien.

Sería ideal basar el marketing en la ética. Guiar al productor, al vendedor y al consumidor final a entender cuáles son sus necesidades más importantes y útiles para el bienestar integral que deben satisfacer.

A NIVEL SOCIAL – Se pueden crear grupos y hacer campañas de presión ciudadana como www.cambio.org para prohibir la publicidad de cualquier producto dañino a la salud o al bienestar de la gente que, por ignorancia o información engañosa, compra sólo para satisfacer sus necesidades primarias.

A NIVEL POLÍTICO – Aunque no crea en ellos, se debería empujar a los ‘padres de la patria’ a que no escuchen, o que escuchen menos (no se puede esperar demasiado de ellos) los intereses de las multinacionales, y pongan prioritarios los intereses y el bienestar de su pueblo.