“Si haces que la gente piense que están pensando, te amarán; pero si realmente les haces pensar, te odiarán”.
Harlan Ellison

Muy raramente coloco una frase que no es mía, pero esta me pareció perfecta porque me confirmó lo que he venido observando desde el momento en que decidí decir lo que pienso (personalmente o con cartas), o lo que pasa cuando sacudo a alguien que realmente lo necesita, situaciones que algunas veces me vuelven impopular (o más).

Y entonces me pregunto. ¿No sería más fácil ser amigo de todos? ¿por qué lo hago? ¿soy acaso idiota, o busco problemas y desarmonía en mi vida?

Aunque a veces yo mismo me canso de esa función, lo hago porque es parte de mi Misión de Dada, o sea, es la tarea que me ha sido asignada. Y, aun así, debido a que en el fondo tengo mi ‘corazoncito’, no me gusta tener que pasar por malo, ‘duro’, desconsiderado, y en el peor de los casos, alguien ‘horrible’ cuando digo las cosas de frente; pues lo hago por Amor, benevolencia o por que sé que lo DEBO hacer (ya que es importante para el progreso espiritual de la persona en cuestión).

Al mismo tiempo, si no lo hiciera, perdería mi esencia y pelearía con mi Consciencia. ¿Qué es más importante?, ¿mi Consciencia?, ¿o el hecho de que algo no me guste, o de que no voy a gustar a alguien?

Claro está que todavía soy humano e imperfecto, así que puedo equivocarme, pero ese es un riesgo que debo correr. Al mismo tiempo —y aquí está mi fuerza— lo hago con sinceridad y benevolencia, y además de ello, hago uso de algunas ‘herramientas’ que he desarrollado o aprendido en estas cuatro décadas de buscador, las cuales me ayudan a realizar mejor mi labor. Además, para ser fiel a mi Misión, no me puedo dar el lujo de tener miedos inmaduros y no hacer lo que considero correcto hacer, me cueste o no. Ese no es el camino de los guerreros.

Así que puede pasar que alguien después de haber recibido mi carta, o de haber tenido una conversación fuerte conmigo, me diga: “te amaba, pero ya te me saliste del corazón” o “te consideraba mi mentor o guía, pero ya no te quiero”. Y, para empeorar esa situación, lo que más molesta (otro de mis ‘problemas’) es que cuando me dicen tales cosas con enojo, mi rostro está plácido. Él o ella no sabe que estoy tranquilo porque SÉ que un día (tal vez en meses o años) entenderá el porqué de la ‘sacudida’ y (si su ego lo permite) vendrá a ofrecerme disculpas. Pero, en ese momento, para cumplir con mi Misión, yo soy el único en perder.

Parece entonces que en esta vida no me tocó ser amigo de todos. Sin embargo, no decidí ser Dada para tener amigos. Parte de mi deber es cuidar e inspirar a mis hermanos y hermanas a continuar en El Camino, y es esto en lo que enfoco mi esfuerzo día a día.

Cuando una persona en problemas quiere hablar conmigo, a veces quiere solo desahogarse, buscar simpatía, comprensión y, tal vez en secreto, espera que yo le diga que continúe como está ¡Ay, qué equivocación!

Sepan que yo soy ‘metido’, pasional, doy consejos, me entrego y, si lo considero necesario, choco y me involucro directamente en la vida de aquellos de quienes es mi deber cuidar: ustedes y quienes entran en contacto conmigo, mi ‘Familia Universal’.

Si veo que alguien de ustedes se aleja de El Camino, o va hacia el ‘barranco’ (por demasiado ego, protagonismo, deseo de poder, dinero, distintos vicios, degeneración, o vacío espiritual, entre otros), antes de dejarlo ir a su destino, intento (con Amor, consejos, o aún chocándolo, si es estrictamente necesario) hacerle ‘entender’. Si no lo logro, de todas maneras, habré cumplido con mi función y mi Misión, y él o ella habrá perdido esa oportunidad.

 

PS – Aquí en el Inglés original “If you make people think they’re thinking, they’ll love you; but if you really make them think, they’ll hate you.”