Imagínate que estás manejando un cohete dando vueltas alrededor del sol. Dependiendo de la velocidad que des al cohete, podrás decidir si terminar una vuelta en más, o menos tiempo. Eso influenciará tu edad, la cual cambiará dependiendo de la velocidad con la que realices las vueltas. Mejor dicho, entre más lento te muevas, menos envejecerás.

Sabiendo eso, ¿Acelerarías o disminuirías la velocidad de tu cohete?

En este mismo instante, y aunque tal vez no estés consciente de eso, es lo que te está pasando. Estás sobre el ‘cohete’ llamado planeta Tierra, y viajas, pero siempre a la misma velocidad, alrededor del sol. Por cada vuelta completa que haces, agregas un año más a tu edad cronológica.  

Si a la pregunta anterior has respondido que te gustaría disminuir la velocidad, significa que sobre el planeta, debido a que esta vez no estás al mando, no puedes controlar la velocidad del envejecimiento. ¿Ninguna esperanza?

Te cuento que sí, hay esperanza. Además de tu edad cronológica —y a pesar de ella— tu cuerpo puede también tener una edad biológica, la cual se calculará de acuerdo con lo que se ha deteriorado tu cuerpo, o con cuán viejo aparentas ser.

Así que si quieres disminuir la velocidad de ‘tu cohete’ deberás crear una diferencia entre tu edad cronológica y tu edad biológica. Mejor dicho, será fundamental encontrar una manera para desacelerar la velocidad de tu estadía en la Tierra para así vivir más.  Te cuento que esto es posible y que, en buena parte, esa deceleración está en tus manos.

¿Te has preguntado por qué algunos ancianos están en una espléndida forma física y mental, y por qué otros parecen ya tan viejitos y listos para la tumba?

Ambos han realizado esos viajes alrededor del sol —digamos que ya han hecho 60 vueltas— pero los primeros se han cuidado con una alimentación saludable, han hecho ejercicio y han preservado su energía vital; además de ello, han trabajado para liberar su intelecto, han empezado a despertar, han mantenido su pensamiento positivo y sutil, y han contribuido al bienestar universal.

Los otros, han vivido con la creencia que ‘la vida es corta, así que cómete el postre primero’, y ahora, a los 60 años de edad, se dan cuenta de que la vida misma se los comió a ellos. Al nacer, tuvieron la magnífica posibilidad de poder vivir el doble de lo que tienen ahora, pero su cuerpo ahora está consumido y necesita ser cambiado lo más pronto posible.

Los primeros, gracias a su vida sana, activa y con sentido, han sabido desacelerar su paso por la Tierra creando una diferencia positiva y a veces enorme entre su edad biológica y cronológica, mientras que los segundos —diferencia negativa— parecen mucho más viejos de lo que su edad cronológica dice.

Y tú, ¿Cómo quieres vivir?, ¿quieres hacer la vuelta alrededor del sol por mínimo 100 veces?, ¿estás listo(a) para trabajar y así disminuir la velocidad de ‘tu cohete’?