¿Quién es un ‘fan’?

En general un ‘fan’ es alguien a quien le gusta un deporte, el arte, un hobby u objetos que se vuelven su obsesión. Es también un admirador, simpatizante o delirante seguidor de una persona ‘famosa’. Los ‘fans’ crean clubes, asociaciones, tribus, y se juntan para -a veces- idolatrar a un individuo (o individuos) que se vuelve el objeto del deseo y/o su modelo de vida.

A parte de los fans más extremos delirantes e idólatras, ‘fan’ parece una palabra simpática y linda…

Pero, ¿De dónde vino ese término?

La palabra ‘Fan’ nació al finales del siglo XIX en los Estaos Unidos y es hija y abreviación de la palabra ‘fanático’.

¿Y quién es un fanático?

La palabra ‘fanático’, surgió en el ámbito religioso y viene del latin ‘fanum’ (templo) y describe un comportamiento anormal que acontece cuando un dios o demonio toma posesión de un individuo.

Hoy día, que supuestamente ya no creemos en posesiones (sería rico ¿verdad?), un fanático es una persona con un interés excesivo, obsesivo y extremo en algo o alguien, especialmente en el ámbito religioso o político.

Sin dejar espacio a lógica y racionalidad, el fanático tiene una pasión exagerada y tenaz por una teoría, estilo de vida, cultura, deporte, pasatiempo, religión, nacionalismo y dogmas, que se expresan con un proselitismo y una defensa apasionada e incondicional de esa causa o creencia.

Responsables de millones de muertos e incalculables sufrimientos de todos los géneros humano y animal, el fanatismo se caracteriza por seguir una ‘única verdad’ con fe ciega que lleva a sus seguidores más fundamentalistas a matar, crear guerras, actos terroristas y hasta a destruir templos milenarios. Con Mao Tse Tung como ejemplo, ese fanatismo religioso no excluye a los ateos.

Y es porque te conozco y respeto, cuando alguien me dice que es mi ‘fan’ NO me gusta y me aburre porque me parece que esta persona se está faltando al respeto a sí misma.

No me gusta el concepto de los ‘fans’, ni tenerlos. Pero acepto hermanos, hermanas, aliados y amigos…

Al contrario, quiero que las personas con quienes me asocio sean seres pensantes, con mentes despiertas y curiosas, y el sentido común necesario para mantenerse libre de cuentos absurdos y dogmáticos.

Ayer, en el Retiro de Morelia, Marta, una de las asistentes, me dijo que era mi ‘fan’. A mi mirada decepcionada, me sonrió con una malicia toda Mexicana y me respondió que ella sí era mi ‘fan’, pero que su manera de ser ‘fan’ venía de ser Fan-tástica y no ser Fan-ática… 😉

Me encantó y ahora lo saben. No hay Dada y sus ‘fans’ sino que todos somos fans el uno del otro porque TODOS SOMOS FANTÁSTICOS…y me fascina tener personas FANTÁSTICAS a mi alrededor… 😉

El INFINITO está YA en ti…¡Descúbrelo!