Hace muchos años, en 1986 en la isla de Davao, Las Filipinas, durante mi entrenamiento de Dada, mi Mentor, Dada Cidanandajii, tenía un hábito que al inicio no entendía y que me frustraba bastante. Particularmente en algunos días de ayunos (completos, sin comida ni agua por 36 horas) se le ocurría la genial idea de organizar días de construcción. Bajo un sol fuerte y caliente nos ponía a todos a mezclar cemento, cargar adobes y levantar muros. Para mí eso era algo HORRIBLE y lo habría evitado con mucho gusto, pero lo que más me sorprendía era que él, que no necesitaba hacerlo, trabajaba con nosotros.

Después de un primer rato de duro esfuerzo, nos dividía en grupos para que, por turnos, pudiéramos descansar. Pero él continuaba trabajando en todos los grupos, sin descanso.

En ese entonces yo tenía 28 años y él 56, y lo veía como un viejo. Ese ‘viejo’ tenía la responsabilidad de que todo el Centro de Entrenamiento funcionara sin problemas y que todos tuviéramos comida (en ese entonces entre adultos y niños éramos como unas 80 personas), era un Mentor espiritual, enseñaba a meditar, comía menos y meditaba mucho más que nosotros, y era el primero en levantarse y el último en acostarse.

Sin darme cuenta, Dada con su sudor y espíritu de sacrificio, me estaba enseñando una valiosa lección que nunca más olvidaría.

Hoy te la quiero compartir.

Un líder, si es un líder benevolente, no mira a los demás trabajar, sino que empieza a hacerlo él mismo primero, y continúa haciéndolo aún después de que los demás dejan de hacerlo. Mejor dicho, es el primero en llegar y el último en salirse, así como es el primero que se levanta, el último que se acuesta…y así mismo, es el último que come.

Ese líder nunca te pedirá nada que él mismo no va a dar primero, y muchas más veces que tú.

Él te enseña con su ejemplo y se gana tu admiración a través de su fuerza, dedicación, sinceridad y espíritu de sacrificio. ¿Podrías tú quejarte con él por lo que te pide cuando VES que él se sacrifica mucho más que tú?

Hoy en día a palabra ‘líder’ se volvió trillada y está perdiendo mucho de su significado.

Chicos que todavía no han tenido la oportunidad de hacer algo positivo en la vida, empujados por personas con agenda, se auto-declaran líderes sin ni siquiera saber lo que eso significa. Tal vez eso puede inspirarlos, pero lo que muchas veces les falta es poner la ‘madera’ necesaria para que esa inspiración pueda alimentarse y dar algo positivo al mundo.

Personalmente no creo en un líder que dice ser un líder. Pienso que cuando alguien se auto-declara líder es porque no está seguro de serlo y por esto necesita reafirmarlo escuchándose. ¿Acaso un hombre necesita decir que lo es cuando ES CLARO que lo es?

Platón dijo: ‘La primera y mayor victoria es conquistarte a ti mismo’. Aunque esa conquista es rarísima -sólo las personas ‘despiertas’ la logran- cada uno ’supuestamente’ es el líder de si mismo, pero parece que muy pocos están interesados en eso.

El liderazgo no es algo personal sino una función social. Tú te puedes auto-declarar líder de los demás pero, hasta que un segundo, un tercero y/o una multitud de personas no te siguen y no se reconocen en ti, tú eres solamente un ilusionado.

Son los demás quienes deben ver en ti tu nobleza y capacidades -que se expresarán en los momentos cuando más se necesitan- que los inspirarán y que tendrán un impacto positivo en sus vidas.

Un verdadero líder no quiere ser líder ni quiere fama y la humildad y el deseo de servir (no su bolsillo o su ego), son dos de sus cualidades fundamentales.

La historia nos cuenta que muchos de los grandes líderes lo han sido porque fueron empujados por las circunstancias y porque ‘sintieron’ que debían hacer algo para aliviar el sufrimiento de la humanidad y/o llevarla a otro nivel. Cuando eso pasa aunque sin que él o ella lo quieran, es aceptado por otros como su líder.

No serás líder por lo que dices, sino por lo que haces. Tu espíritu de sacrificio y de servicio, capacidad de lucha, claridad mental, motivación al bienestar universal, perseverancia y determinación y, MÁS QUE TODO, tu vibración de Amor para el Ser Supremo y para Su creación, son quienes hablan por ti y te hacen un líder de admirar y seguir.

PS – Dada Cidanandajii no tenía ‘marca personal’ y nunca ‘existió’ en el mundo de Internet o de las Redes Sociales (esta es la única foto que he podido encontrar de él) pero era un verdadero líder y un maravilloso ser humano. Se fue ‘desnudo’ y callado tal cual como llegó, pero su ejemplo de vida dejó huellas imborrables en los muchos corazones que supo inspirar y transformar…y hoy llega también al tuyo…

El INFINITO está YA en ti…¡Descúbrelo!