“Un discípulo le pregunta a su Maestro:

– ¿Por qué no avanzo en mi técnica, Maestro?

El Maestro contesta:

– Has visto al atardecer cuando las gaviotas vuelan flamantes por la llanura?

– Sí, Maestro.

– ¿Y el agua de la cascada golpeando las rocas sin lograr nada?

– Sí, Maestro.

¿Y la luna reflejarse en el agua tranquila?

– Sí, Maestro.

– ¡Ahí está tu problema! Te pasas la vida viendo tonterías y no te pones a practicar.”

🙂 A primera impresión parece que ese Maestro es un grosero…y al mismo tiempo, un Maestro de Verdad porque va más allá de lo que los otros puedan pensar, y quiere despertar al discípulo que todavía no entiende…

[En realidad no hay Maestros de Verdad, hay sólo Maestros. Uso ese término porque hay muchos charlatanes que, sin serlo, aceptan de ser llamados, y se auto-proclaman maestros].

La Misión fundamental de un Maestro es de despertarte, sacudirte y guiarte hacia tu Meta…y para hacerlo puede usar cualquier medio y método que considere necesario. 

A veces un médico, para poder resolver un problema, debe romper huesos o cortar carne…la diferencia entre ese médico y un Maestro es que el Maestro, con un completo conocimiento de presente, pasado y futuro, YA SABE lo que es lo mejor para ti y así, es como un Papá que te Ama, te sigue y guía hasta que llegas a la Felicidad Suprema. Y es por eso que, usando cada herramienta en su poder, y a través de choques físicos, mentales y espirituales, te pone al frente de muchas pruebas -duras o menos duras- que debes superar.

El mundo afuera es hermoso pero el Infinito y la Felicidad Suprema están ya ADENTRO, y no AFUERA, de ti. Lo que te rodea puede ser atractivo y lleno de colores, PERO es FINITO…repito…

¡FI-NI-TO!

y AFUERA de ti.

Por cuanto te esfuerces, en el finito NUNCA encontrarás, ni llegarás, al final de todos los sufrimientos y a la Felicidad Infinita que tu Ser está buscando y donde quiere regresar…

Recuerda, el FINITO nunca podrá darte el INFINITO, sólo el INFINITO puede hacerlo…

Así que no se te OLVIDE que el INFINITO está YA en ti…¡Descúbrelo!