En cada instante, desde el momento en que he existido, creo constantemente innumerables ‘yo’ mismos, y todos ellos construyen el ‘yo’ de este instante que, con mi belleza y debilidad, alegría y tristeza, sencillez y mente egoísta, es lo que soy ahora.

Como un río que fluye hacia el valle, cada ‘yo’ constantemente transforma mi cuerpo, cincela mi alma, se funde en mí y desaparece para dar su lugar a un nuevo ‘yo’. Muy, muy ligeramente diferente al precedente, y listo a regalarme una nueva existencia, ese ‘yo’ es también nuevo, tan mío, íntimamente cercano y único en sí mismo…,y tan desconocido.

¿Qué hará él? ¿Cómo cambiará mi vida? ¿Hacia dónde la dirigirá?

Hecho por todos mis ‘yo’, completo en mí mismo y sin pasado o futuro, soy todos ellos y así el mejor y último instante de toda mi existencia.

Y aún cuando con algún ‘yo’ me siento feliz, y quiero detener el tiempo y atraparlo para siempre, ¡no puedo! Tal como tú, y en constante metamorfosis, estoy atado a él.

Y en este momento me doy cuenta de que el ‘yo’ que comenzó a escribir estas palabras es ahora uno de los ‘yo’ del pasado, porque el nuevo ‘yo’ emerge a cada instante para continuar lo que algunos de mis antiguos ‘yo’ comenzaron a crear.

¿Quién soy ‘Yo’ entonces?

¿Quién, en mí, puede observar mis ‘yo’ que surgen y desaparecen constantemente?