Porque NADA puede compararse al DON de la vida, al sacrificio de llevarme en ti, nutrirme, cuidarme y amarme, SÉ que NUNCA podré pagarte esa deuda.

En estos días he buscado un regalo para ti. Aunque he escogido algo lindo que te gustará, en mi corazón SÉ que NADA puede servir para repagarte por lo que has hecho, y haces para mi.

Má, también SÉ que por cuanto puedo esforzarme a amarte o a darte, NUNCA podré llegar a amarte y a darte como tú lo haces.

Tú me amas más, y tu amor es incondicional.

Hoy y siempre ¿qué hacer o decirte?

Tal como millones de hijos en el mundo, me quedaré repitiendo las tres palabras más dulces que conozco para expresarte lo que siento para ti.

¡Te AMO Mamá!