¡Estoy hablando aquí de cómo aprovechar el poder de tu mente!

A veces, cuando debes tomar una decisión rápida o cuando tienes una duda, puedes tener momentos de confusión y no sabes qué hacer o decidir. Tu mente consciente parece inactiva, y la subconsciente está como bloqueada por todas las informaciones que debe procesar para darte la respuesta adecuada e inmediata que necesitas.

Puede también pasar que una idea novedosa y genial te llegue de la ‘nada’. Pero sucede que las condiciones del momento no te permiten anotarla, y porque sabes que es genial, crítica e importante, sientes que nunca te podrás olvidar de ella; te relajas, la vida continúa, llega una llamada, te sales de la ducha, parqueas el carro primero, y la idea o respuesta ya se voló, tal cual como llegó, y tal vez para siempre.

Las ideas creativas levantan enérgicamente tu productividad, resuelven tus problemas, y te hacen la vida más sencilla y organizada.

Cuando duermes, tu mente subconsciente, que ya no debe dividirse entre pensamientos y sentidos, es libre de dedicarse a encontrar la respuesta que no supo dar. Puede pasar lo mismo, o después de varios días, y en cualquier momento —duchándote, corriendo, mirando TV, trabajando etc.— te llega una idea nueva o ‘esa’ respuesta que estabas buscando y ‘sabes’ que esa es la idea correcta!

Además, si esa pregunta es debida a tu búsqueda espiritual, viene ayudada por tu mente superconsciente que le sugiere la respuesta que necesitas.

El acto de escribir o grabar tus ideas es fundamental, porque el hacerlo optimiza el funcionamiento de tu cerebro.

¿Cómo?

1. Memoria – El hecho de que has usado varios de tus sentidos para acordarte de una idea, ayuda a retenerla en tu memoria. Además de que la tienes en tu celular o en tu cuaderno, usaste tu mano que tuvo que conectarse con tu cerebro para hacerlo, tus ojos para ver lo que escribías, tu mano y voz si la grabaste. Todo esto pone tu cerebro a procesar esa idea, a ‘verla’, también porque debes pensar y escoger las palabras adecuadas que sabes te ayudarán a sacar de tu memoria esa idea. Eso conecta varias partes del cerebro porque involucras varios sentidos, y la parte que creó esa idea, y la que la procesó escribiéndola.

2. Claridad Mental – El escribirla y verla en un papel o tablero te da claridad mental. Una vez le preguntaron a Napoleón cómo lograba tener calma y claridad mental aún en los momentos más críticos, y/o en medio de una batalla. Respondió que había organizado su mente como un closet, donde en cada cajón había alguna actividad de su vida. Cuando un cajón estaba abierto, no se podía abrir ningún otro sin primero cerrar el anterior. Esto significaba que cuando estaba haciendo algo, tenía el poder de concentrarse completamente en esa tarea.

3. Limpia la ‘Casa’ – La mente puede pensar una SOLA cosa a la vez pero, como es extremadamente veloz, da la impresión de que hace muchas cosas a la vez. Así que el ‘multitasking’ a nivel mental no existe. El hecho de tener demasiadas ocupaciones en la mente significa que su funcionamiento no es óptimo (tal como cuando se abren muchas aplicaciones en un computador, la RAM se llena y se vuele lento), y no se enfoca en la presente tarea. Cuando se escribe lo que hay que hacer, y la información está segura, la mente descansa porque sabe que regresará a esa idea en el momento oportuno, y así se puede enfocar en lo que está haciendo en ese momento.

4. Reflexionar Escribiendo – Porque la velocidad de la mano cuando escribe, o de los dedos cuando digitan, es mucho más lenta que la de pensar, te impone una lentitud que te hace reflexionar. Por ejemplo, me pasa que si debo escribir algo totalmente nuevo para mí, o un poema, lo debo hacer a mano y usando una pluma (cada uno tiene sus locuras :-)).

5. Pensar en el Papel  – ‘Tengo mil cosas que hacer’. ¿Lo dices o piensas? Pues, ¡no eres el único! Cuando tenemos muchas cosas que hacer, es como si todo está regado en varias partes del cerebro, que no se ponen de acuerdo entre ellas. Para evitarlo, escribe una lista de todo lo que tienes en la cabeza. Analízalo por áreas: familia, trabajo, pareja, sueños, estudio, espiritualidad, lo que sea y, una a una, escribe lo que debes hacer. Al terminar, verás que ya no son ‘mil cosas’ sino varias y que, mirándolas en un papel, no parecen tan difíciles de enfrentar. Escribirlas te ayuda a organizar y clarificar tus pensamientos, trabajar sobre tus prioridades, e interconectarlas entre ellas. Mantén contigo siempre un pequeño cuaderno, y escribe todo lo que quieres hacer. Eso te permitirá pensar mejor así que cuando escribes tus ‘mil cosas’ estarás enfocado en lo que escribes, te dará claridad, te ayudará a refinar y a organizar mejor las ideas vagas o sensaciones que tenías.

6. Mapas Mentales – Por muchos años he sido amante de listas y listas. Tenía listas para todo, en cada área de mi vida, y/o proyectos individuales. Un día descubrí el uso de los mapas mentales, y estoy fascinado con ellos. Parece que los mapas mentales fueron inventados por Leonardo da Vinci y retomados por Tony Buzan. https://es.wikipedia.org/wiki/Mapa_mental

7. Aprovechar la mente superconsciente – ¿Te ha pasado que cuando escribes, es como si un espíritu tomara el control, y tú también, por primera vez, lees lo que tu mano está escribiendo? Algunos lo llaman ‘hemisferio derecho del cerebro’ y puedo estar de acuerdo con eso. Cuando entro en un flujo creativo es algo que me pasa frecuentemente, y es asombroso notarlo. Te preguntas: ‘Si yo no lo he pensado (y estoy seguro de eso) ¿de dónde vino esta idea que ‘yo’ no conocía ?

7. Organizar el Todo – Ahora que tienes tus notas, listas y/o mapas mentales, ¿qué hacer con ellos? La idea es que sean una herramienta valiosa en tu vida. Si no los usas, habrás perdido tu tiempo y acumulado más desorden. Debes procesarlos y transformarlos en acción. Escoge un momento del día o de la semana para hacerlo y pasarlos en tus listas o mapas mentales generales, calendarios etc. Además de que eso te volverá más tranquilo porque te sentirás más en control de tu vida y de cómo la quieres moldear, te dará también claridad mental y enfoque.

PS – Como nota personal, mis mejores ideas me llegan cuando estoy meditando, particularmente en la primera fase de la meditación. En ese entonces, mi cuerpo está inmóvil (no hay actividad de los sentidos), mi mente está concentrada (no hay actividad de la mente subconsciente), y me encuentro en el tercer nivel de la mente. En ese ‘lugar’, reino de creatividad, intuición y varios poderes extra-sensoriales, ideas novedosas e interesantes fluyen de la ’Nada’ y/o resuelven, con una claridad, retos y problemas que tengo en ese momento. Desafortunadamente, cuando eso pasa, sé que mi mente está funcionando, que no estoy completamente concentrado y que ella está jugando conmigo. Si me pongo a seguir esas ideas sé que ella (mi mente) me está atrapando o creando el dilema de: si salirme de este estadio de meditación y buscar una libreta para tomar notas, o continuar concentrándome y meditar de verdad. 🙂