¿Sabes? Como humano —y así hecho por cuerpo, mente y Ser— tienes dos elementos de primordial importancia que han definido tu pasado, están definiendo tu presente, y que van a crear tu futuro: pensamiento y acción.

¿Te gustaría tener éxito? ¿Tal vez tener la mansión de tus sueños, carros de alta gama, ropa de marca, última tecnología?

… Estoy bromeando… 🙂

Admito que todo eso no es nada malo, pero digamos que no son tu meta principal. Digamos que ‘solo’ quieres ser feliz… 🙂

Cualquiera que sea tu meta —desde comprar una casa, hasta la más alta realización espiritual— para volver realidad tus sueños, la manera de lograrla es la misma: ACTUANDO.

Y no solo actuar transformando tu idea en acción —porque hay también acciones malas— sino actuar propiamente, con moralidad, perseverancia y de forma consistente.

De lo contrario te quedarás como uno de los billones de soñadores que solo viven en la ilusión de sus mentes o, peor aún, como aquellos que piensan que basta desear cualquier cosa y todo les va a llegar con facilidad.

¡Ilusos!

¿Cuál es el problema más grande para lograr el éxito?

La falta de acción, el hacer lo que NO se debe hacer, y el NO hacer lo que se debe hacer. Además, ACTUAR.

Repito: ACTUAR

Se dice que un viaje de mil millas empieza con el primer paso pero, si nunca das ese primer paso, NUNCA llegarás a ningún lugar.

Mientras la mayoría se queda con una idea vaga que nunca se volverá realidad (que yo defino como una acción en estado de sueño), todos ‘quisiéramos’ actuar, pero solo algunos somos capaces de hacerlo.

Sin ampliarme mucho en cada una de ellas –esto es solo un artículo, y ya se volvió largo— veremos las diferentes fases para cualquier cosa importante que se quiere lograr sea emprendimiento, aventura, compra de una propiedad, etc.

  1. Sueños. Se dice que solamente un idiota, un niño inocente o un visionario no tienen miedo de creer en lo increíble. Los primeros dos actúan con ignorancia, pero el tercero lo hace porque, en el profundo de su corazón, ‘SABE’ que lo logrará (más de eso adelante).
  2. Idea. Está claro que todo nace de una idea, siempre que puede ser algo que has visto, te han dicho, o que te llega de tu intuición. Pero hay también ideas malas o dañinas para los demás y así, a través del discernimiento debes primero analizar si esa idea es moral o inmoral y si te va a acercar o alejar de tu Meta espiritual.

    Por ejemplo, si tengo la oportunidad de hacer mucho dinero vendiendo pollos asados o pescados, debo decidir si quiero más el dinero o, siendo el causante de muchas muertes de pollos, cargarme de un karma que un día deberé pagar amargamente.

    Si hay millones de negocios, ¿por qué deberías escoger algo que te cause daño a ti y a los demás?

  3. Maduración de la idea inicial. Tómate el tiempo necesario para que tu parte intuitiva procese esa idea en lo más profundo de tu Ser, que siempre sabe qué es lo mejor.

    Yo uso este sistema. Cuando debo tomar una decisión importante o algo que quiero hacer, además de una reflexión profunda, programo al cerebro dándole la tarea de procesarla. A veces toma unas horas —particularmente cuando duermo porque en ese entonces la mente consciente descansa— o la solución que estaba esperando sale en unos días ‘de la nada’.

  4. Preparación. En la preparación incluyo el estudio que debo hacer, las cualidades que debo tener y ver si poseo el conocimiento necesario que me permitirá lograr ese éxito. Muchos, inspirados y empujados por ‘mercantes del éxito fácil’ se lanzan a emprender sin tener la ‘madera’ ni el conocimiento necesario para hacerlo. El éxito es DURO trabajo, sacrificio y dedicación.
  5. Planeación. Ya que sabes que la idea es buena, considera todos los elementos de tu ‘aventura’, y planea todo con inteligencia, lógica y sentido común. Hazte muchas preguntas. Analiza todos los aspectos de ese emprendimiento, las posibles dificultades, y si estás listo(a) para enfrentarlos y para ‘pagar’ con los sacrificios y sufrimientos que ese éxito te pedirá.
  6. Visualización negativa. Visualiza lo PEOR que podría pasar. Eso te ayudará a matar el miedo. Muchos, con el miedo a lo desconocido, a perder dinero, popularidad, o nombre, no actúan porque ‘algo’ ‘podría’ pasar. De investigaciones hechas unos científicos han podido mostrar que el 95% de ese ‘podría pasar’ nunca pasa. Pero tú quieres saber qué es lo PEOR, el escenario con más mala suerte que podría acontecer. Si lo visualizas y lo aceptas como el incógnito que puede llegar de cualquier negocio o cosa nueva, TODO EL RESTO es mejor que eso. Los samuráis antes de una batalla repetían en su mente estas palabras: ‘Estoy muerto’. ¿Algo peor que morirse en batalla? Pues, aunque a algunos nos podrá parecer ‘loco’, para ellos eso era un gran honor. Y eso les sacaba el miedo y los ayudaba a luchar con valentía. ¿Qué podría pasarte fracasando en un emprendimiento? Tal vez perderías un dinero, y algunos podrían decir que no ‘lo lograste’ (¿Qué?) y tu ego sufriría un poco.

    ¿Y….?

    ¿Y….?

  7. Visualización positiva. Ya que lo negativo no te asusta, mira hasta donde quieres llegar y, como un director de cine, hazte una película en tu mente, esta vez lo MEJOR que te puedas imaginar. Pero ¡Cuidado! No sueñes con una mansión o un avión privado (si tu meta es tan pequeña) —como erróneamente te dicen los mercantes del dinero—sino observándote lográndolo.

    Repito porque es MUY importante: sino observándote lográndolo

  8. Estrategia. Otro elemento importantísimo que hace o deshace un emprendimiento es una buena estrategia que, si es necesario, se transforma todo el tiempo. Muchos piensan que una vez que se tiene una meta ya no se puede cambiar porque, según ellos, esa inflexibilidad muestra fuerza de carácter. Para mí eso muestra solo una terquedad peligrosa.

    Un avión, después del despegue, es puesto en piloto automático que los va a llevar hasta antes del aterrizaje. Pero, viento y otros factores atmosféricos, alejan al avión de su ruta así que el piloto lo debe reponer en ruta. Si no lo hiciera, nunca llegaría a su destinación. La vida, con sus ‘sorpresas’, te pone fuera de ruta todo el tiempo y solo cambiando de estrategia, te repones en ella.

  9. Acción. Hechas o procesadas las fases precedentes, ha llegado el momento más difícil: el primer paso. No pierdas mucho, demasiado tiempo en pensar (ya eso lo hiciste en los pasos anteriores) así que lánzate a la acción particularmente si estás propenso(a) a vivir mucho en tu cabeza y amas pensar, planear, hacer listas, u organizar. Aunque todo eso es muy importante, pero cuando se vuelve un ‘placer’ en sí mismo y no se transforma en acción, es inútil y tus ideas se quedarán contigo para siempre.

    Cuando ya estás actuando, se te presentan muchas cosas que no habías planeado, ni te imaginaste que pudieran existir, y entonces nace la necesidad de ‘actuar pensando’. (Más sobre la acción, adelante).

  10. Saber. Si eres un visionario, SABES que ese es el Camino correcto, y SABES que parar significa morirse adentro. Y SABES que renunciar a tus sueños, y perder el respeto contigo mismo es peor que la muerte, porque SABES que tú felicidad depende de su logro.

    Todos los grandes del pasado —hoy admirados y copiados— han sido seres de acción, personas que lo han arriesgado todo para lograr una meta o cumplir una Misión. Y solo en la acción, sin saber lo que iban a enfrentar, se encontraron con obstáculos que nunca habían imaginado, y tuvieron que vencerlos y sacrificarse para ir adelante.

    ¿Por qué lo hicieron? Porque esa es una de las características de los humanos/héroes: siguieron su intuición porque ‘sabían’ que iban a lograrlo.

    Y eran los rebeldes, los bichos raros, los cabeciduras, los tercos, los obstinados, los creídos si quieres, pero nunca, nunca una vez que empezaron a actuar, pararon. Cambiaron sí de estrategia, y muchas veces, pero porque su corazón (intuición) les decía que estaban en lo correcto, continuaron hasta el éxito.

  11. Entusiasmo, pasión. Debes encontrar en ti el impulso, el entusiasmo y la energía para actuar o te detendrás con el primer obstáculo. Debes sentir en ti la pasión y el amor por lo que lo haces. Además de los puntos anteriores (particularmente planeación, preparación, estudio y estrategia) para llegar a ’TU’ VERDADERO éxito, te invito también a vivir con mucho ENTUSIASMO, fundamental para lograr lo que quieres.

    En Internet me encontré (http://concepto.de/entusiasmo/#ixzz3vjpIHBkJ):

    “La palabra ‘entusiasmo‘ proviene del griego y su significado es “Dios está dentro de ti”. En la historia antigua se decía que una persona entusiasta era tomada por un dios y guiada por la sabiduría que éste poseía y su fuerza, por esos motivos, la persona podía cambiar toda la naturaleza que lo rodeaba y hacer que le pasaran cosas buenas que la favorecían en su vida.

    Solo las personas consideradas entusiastas eran capaces de enfrentar y vencer cada desafío que se le presentara en su vida y así poder resolverlos de la mejor manera posible.

    Se hablaba de estas personas como las únicas que podían avanzar en su vida, debido a que la capacidad de sentir ese entusiasmo les permitía resolver una situación y continuar con otra, significaba el poder avanzar en la vida de la mejor manera, superando cada obstáculo que se presentara con la fuerza interior que poseían gracias a esos dioses que se apoderaban de ellos.”

  12. Entrega al Ser Supremo. Como el más importante, he dejado este punto como último y, sin él, todos los demás puntos anteriores y cualidades que puedas tener o acumular, van a contar muy poco. Así que, para lograr el éxito completo, hay que tener una fe y entrega total en el Padre. Porque es fundamental, escribiré más de esto luego.

Ahora que tienes una idea de los puntos necesarios, ¿Cómo actuar de forma práctica hacia el éxito?

Empezar, Empezar, Empezar…

Piensa, planea, estudia, investiga, infórmate, pero no demasiado, simplemente empieza.

Sé que la mente te dirá que no puedes ser tan idiota para empezar un proyecto grande e importante sin planear antes –y de alguna manera tiene razón— pero, si eres un perfeccionista o un procrastinador, ese es el truco que tu mente tiene para detenerte, y tal vez ‘matar’ tu proyecto para siempre.

Si la escuchas y piensas mucho, le darás la posibilidad de usar todo su poder para probarte racionalmente y lógicamente que ese negocio no se puede hacer así como lo has pensado, o que simplemente no se puede hacer y punto!

Si todavía insistes, entonces te dirá que necesitas entrenarte, informarte, investigar más… ¡todo menos actuar!

Así que lánzate de todas maneras y empieza. Al inicio tal vez de una forma imperfecta, pero mientras más actúas, más mejoras; más actúas y más sentirás una energía que fluye a través de ti, y más actúas y esa energía tomará siempre más poder. En el momento en que tú controlas el cuerpo -y sabemos que tu mente es aquella que lo domina- más desplazarás a la mente crítica (que te chatea constantemente a nivel inconsciente) que no quiere dejarte actuar.

Es de preguntarse, ¿Por qué debería hacer eso?

Miedo al fracaso, a lo nuevo, al cambio, al arriesgarse de salir de la zona de confort, complejos de inferioridad, traumas, EGO HERIDO…

Actuando, sudando, pensando enfocado en tu meta con pasión y obsesión, ya te será más difícil salirte con dificultades posibles —ya estás actuando— ya ella no te puede decir que no estás listo —ya estás actuando— ya ella no te puede decir que tal vez es mejor hacerlo después —ya estás actuando— ya ella no te puede convencer de que estás cansado y de que tal vez es mejor aplazarlos —ya estás actuando— o que en realidad no quieres hacerlo —ya estás actuando…

¡Ya estás actuando!

Mejor dicho la acción te pone en el tiempo presente, el único tiempo cuando tu mente es débil o inexistente. Además en el momento en que actúas, tu autoconfianza aumenta, te sientes más libre de su control y más en control, y sientes que, siempre siguiendo tu intuición y continuando a actuar con enfoque y perseverancia, puedes lograr LO QUE SEA…

Cuando estás ya en el pleno de la acción, todo el universo o, mejor dicho, quien lo creó, para darte la oportunidad de salirte de la incertidumbre y mediocridad, o simplemente para jugar contigo, conjura a tu favor para que realices tus deseos.

¿Tan fácil?

¡Sí, tan fácil!

Pero hay algo más, algo importante de clarificar.

Todo depende de Su deseo y si Él está de acuerdo con tu actuar. Él está en ti y te observa todo el tiempo. Ahora imagínate que, siempre porque está jugando contigo, mueve una o dos piezas a tu favor o te manda dificultades y problemas, y observa tu reacción. Y así, Él te puede dar el éxito o la riqueza que quieres, pero, sin tu entrega, el tuyo va a ser solo un logro temporal, una pequeña felicidad pasajera, como tantas en la vida.

¿Por qué un padre, el Padre Supremo, hace eso? ¿Tal vez para probarte y probarse que eres digno de Su ayuda? ¿Para ver si quieres una pequeña felicidad pasajera o la Felicidad Suprema?

Pero algo más sucede. Si estás listo(a), si tu grado de evolución espiritual es elevado, sientes Su atracción y te empiezas a mover hacia Él, Él observa complacido tus esfuerzos y pasos, y por cada uno de ellos, hace diez pasos hacia ti.

Y así, cualquiera que sea tu emprendimiento, de pronto ideas fluyen de ti como ‘de la nada’, obstáculos que te parecían terribles se resuelven como ‘por milagro’, personas que necesitabas aparecen ‘de repente’, o dinero que no te esperabas fluye ‘sin problemas’.

¿De la nada, por milagro, de repente, sin problemas? ¿Buena suerte?

A nivel espiritual ese es uno de los cuatro elementos del Dharma Humano/Divino, ‘Flujo’. Cuando tu pequeño flujo está en armonía con Su Flujo, TODO ACONTECE. De lo contrario será como nadar contra la corriente. Parece que te mueves y estás siempre en el mismo lugar. Y cuando te cansas –cosa que acontece después de un tiempo— la corriente (la vida) te arrastra donde quiere.

El éxito es una mezcla de TODOS esos 12 pasos (a nivel espiritual hay muchos más). Todos son importantes y todos ellos desatan su enorme poder, que cambia tu mundo y vida para siempre.

Ahora, todo lo que te acabo de decir es ‘solo’ la parte teórica, pero vale NADA si no ACTÚAS en ella y si no la transformas en ACCIÓN y si no sientes al Supremo en ti.

Acción y devoción (Amor por el Ser Supremo) es lo que te cambia a ti mismo y al mundo, es el sendero de los héroes y de las heroínas.

¿Tu sendero?