Dice el macho ‘dormido’:
‘Mujer, tú vienes de mi costilla’.

Responde la mujer inteligente:
‘Yo no vengo de tu costilla, tú vienes de mi útero’.

Con un suspiro, dice el Sabio:
‘Ambos vienen del Ser Supremo.
¡Despierten! Entiéndanse, respétense, admírense y ámense,
y tal como las alas de un pájaro
iguales en fuerza y belleza,
vuelen juntos hacia la Felicidad Suprema’.