Me parece poder escuchar a tu mente que dice: “¿Increíbles beneficios por meterse en una ducha fría –particularmente recién despierto(a)—, hacerse ‘congelar’ por unos minutos y sufrir casi sin poder aguantar la respiración?”

Lo sé, lo sé, eso es duro, mejor dicho, ¡Esa para algunos puede ser una locura que nunca se podrá comparar con el disfrute de una ducha caliente o, aún más rico, con el meterse en una bañera con agua caliente hasta el punto de llegar a dormirse en ella.

¡No todo lo que gusta es bueno, y no todo lo que es bueno gusta!

Usando la ciencia, el conocimiento de los antiguos Sabios, la lógica y regresando a la naturaleza, vamos a ver el porqué es MUY bueno para ti bañarte con agua fría, y lo importante que es abrazar el frío para tu bienestar integral.

“¿Yo abrazar el frío? ¿Yo? ¡Misión imposible!” continuarás pensando.

Pero, porque te considero un ser inteligente y pensante, te voy a probar lo contrario y si te quieres, y aceptas el reto, verás que con un poco de esfuerzo inicial, y simplemente cerrando el termostato corporal, experimentarás de forma inmediata enormes beneficios que mejorarán tu vida. Empiezo con los beneficios y, en la parte final del artículo, encontrarás otras informaciones útiles.

Tu Piel – Tiene tres capas. En la capa más profunda hay nervios y vasos sanguíneos, en la intermedia están los folículos o las raíces de los vellos, y en la tercera está lo que más amas, la capa que te hace bonito(a), aceptado(a), y que es tu puerta al mundo exterior.

Esta última capa, la epidermis, tiene como función proteger a las otras dos, y transmitir los estímulos externos hacia los nervios para permitirte actuar de la mejor manera. Compuesta principalmente de células llamadas queratinocitos, la epidermis produce una fina capa de aceite que tiene la función de defenderte contra el medio ambiente, y ayudar a tu piel a retener la humedad.

No siempre ha sido así. Un poco de historia – Mirando un pasado no muy lejano –hablamos de 100 años– antes de que las casas tuvieran plomería interior y baños, la gente se bañaba por partes, usando un trapo caliente, y ‘tal vez’ —cuando lo había— un poco de jabón. Cuando el ‘progreso’ llevó plomería, termóstatos y agua caliente a las casas, empezó la nueva obsesión por el ‘gozo’ con el agua caliente. Como siempre pasa cuando hay cosas que hacen la vida más fácil —y que no necesariamente son buenas— nos volvimos ‘flojos’, y nos encontramos un montón de excusas científicas y convincentes para continuar justificando ese disfrute. Al mismo tiempo, los problemas de la piel como acné, eczema, caspa y psoriasis crecieron –y continúan creciendo– en una forma nunca vista antes.

Algunos Beneficios del Uso del Agua Fría

Aquí algunos puntos que me parecen interesantes y en línea con lo que he experimentado a nivel personal y/o lo que considero correcto. Si tienes el alma de un investigador, en Internet podrás encontrar una miríada de investigaciones y estudios científicos.

Calor del Cuerpo – Ya hemos visto como, con un control del calor externo e interno, se logran enormes beneficios para todo el sistema glandular. Casi todos los puntos holísticos tratados se enfocan en el control y reducción del calor del cuerpo.

Estimulación del sistema circulatorio y cardiovascular – El agua fría, porque enfría y mejora la circulación, permite a la sangre llegar a los órganos internos, tonificándolos. Gracias a la contracción vascular que descarga la sangre de los capilares al interior, descongestiona los órganos internos donde hay exceso de calor. Porque provoca una contracción en las venas, reactiva la circulación de la sangre por todo el cuerpo. Debido a la reacción térmica creada, saca a la superficie la temperatura interna y, a través de los poros, favorece la expulsión de los desechos de la sangre.

Sistema Inmunológico – La ducha fría, aumentando la velocidad metabólica y activando el sistema inmunológico, conduce a la liberación de más glóbulos blancos, importantes ‘guardianes’ de tu salud. Además mejora y potencia el sistema inmunológico, para que produzca más glóbulos blancos y aumente la respuesta antioxidante.

Sistema Linfático – El sistema linfático tiene la tarea de ‘limpiar’ las células de los desechos acumulados. Esa limpieza —que es lo que tú llamas tu salud— entre otras, te defiende de enfermedades, resfriados frecuentes, dolor en las articulaciones e infecciones. El agua fría, mediante la contracción de los vasos linfáticos, bombea el líquido que se puede haber estancado en sus vasos, y potencia y vuelve más fuerte y saludable el sistema inmunológico.

Sistema Muscular

Aliviando dolores en piernas y estados de fatiga, revitaliza y tonifica los músculos.

Energía – Por el frío vas a respirar profundamente y eso aumenta tu ingesta de oxígeno y la frecuencia cardíaca. La consecuencia es una sensación de alerta mental y más energía durante el día. A algunos les encanta terminar la ducha con un chorro de agua fría en el cerebro, pero no es algo que todos puedan sostener. Si lo haces, hazlo con cautela.

Fuerza de voluntad. ¡Probado! Para entrar en una ducha fría, se necesita de fuerza mental. Esa fuerza, cada día va a crecer más y te dará una fuerza de voluntad que podrás usar en cualquier actividad de tu vida.

Bajo nivel de ácido úrico – Según varias investigaciones, cuando todo el cuerpo es expuesto a frío a corto plazo se bajan los niveles de ácido úrico, y aumentan los niveles de glutatión en la sangre.

Manejo del Estrés y Resiliencia Emocional – El agua fría estimula y entrena tu sistema nervioso para ser más resistente al estrés, y te ayuda a adaptarte a las situaciones problemáticas dándote más resiliencia emocional.

Tratamiento de la Depresión – Algunos investigadores han notado que una ducha más fresca una o dos veces al día ayuda en el tratamiento de la depresión. Mucho más que los receptores del calor, la piel tiene una alta densidad de receptores del frío. Y así, cuando la piel recibe agua fría, estos receptores del frío, desde las terminaciones nerviosas periféricas, envían una cantidad abrumadora de impulsos eléctricos al cerebro creando un suave choque eléctrico que, de reflejo, tiene un efecto antidepresivo.

Control del Peso – El bañarte con agua fría te hace perder peso. Sí, ¡escuchaste bien! Repito, ¡Bañarte con agua fría te hace perder peso!

Hay dos tipos de grasa: la grasa marrón (la buena) y la grasa blanca (la mala). La grasa marrón tiene la función de generar calor y mantener el cuerpo a una temperatura óptima. La grasa blanca es la que deforma el cuerpo, molesta y queremos eliminar para siempre.

Durante la ducha fría, la grasa marrón se activa y, para mantener tu cuerpo a la temperatura adecuada, crea un aumento de energía y quema calorías. Eso significa que puedes lograr perder algunos kilos por año. Si estás interesado(a) mira (aquí)

Dormir Mejor – Así como el agua fría te despierta en la mañana, si te duchas con agua fría antes de dormir, dormirás bien y profundamente.

Testosterona y Fertilidad – Parece que las duchas frías ayudan a mantener un nivel alto de testosterona e incrementan tu conteo de espermatozoides y, por ende, aumentan la fertilidad y la potencia sexual. En una investigación unos hombres que cada dos días y por tres semanas tomaron un baño caliente de media hora, se volvieron infértiles por 6 meses.

El Cuero Cabelludo – Tal como la piel, tu cuero cabelludo y cabello tienen un delicado equilibrio que los mantiene sanos. El agua caliente, o muy caliente, empeora el cuero cabelludo pero el agua fría o fresca cierra la cutícula del cabello, hidrata las puntas abiertas, y mantiene adentro la humedad natural. El resultado es un aumento del brillo y un cabello fuerte y saludable.

 

Peligros

Aire Frío – Hay una enorme diferencia entre el agua y el aire frío. El agua fría es benéfica e hidrata la piel seca, pero el aire seco del invierno sólo exacerba el problema de la piel porque elimina aún más su humedad natural. Por esto, evita usar el agua caliente cuando haya una temperatura baja.

Uso de ducha o bañera con agua muy caliente – Tu piel, formada por miles de poros, y el órgano más extenso del cuerpo, es una ‘puerta de entrada o de salida’ y que, según el calor, está más abierta o cerrada. Si el agua que usas contiene en ellas toxinas (particularmente cloro y flúor), las absorbes más en una simple ducha que tomándote cinco vasos de agua.

Además, en una ducha caliente muchas de las toxinas más volátiles y peligrosas son convertidas en humos químicos y tóxicos que inhalas sin darte cuenta. De la misma manera –y esto en cualquier temporada— evita bañarte en la bañera porque todo lo que estamos diciendo va a empeorarse.

¡Tú no quieres convertir tu baño en una pequeña cámara de gas!

¿Qué hacer? Aprende a bañarte con agua fría que cerrará los poros y evitará en buena medida que esas toxinas sean absorbidas en el cuerpo y, porque no creará vapores, no los inhalarás como humos tóxicos.

Piscinas, saunas y baños turcos – Estos son otros lugares –considerados sanos porque ayudan a mantener una buena salud— donde, desafortunadamente y paradójicamente, se absorben los más altos niveles de toxinas.

 

Agua Fría, Tibia o Caliente. ¿Cuál es la Temperatura Correcta?

Es conocimiento común que acercando una mantequilla a una fuente de calor se vuelve suave o se derrite. Sin querer compararte con ninguna mantequilla, cuando te duchas con agua caliente, te pasa lo mismo que a la mantequilla.

Mientras más caliente y larga es la ducha, más destruye los delicados aceites de tu piel, y más pierdes su humedad natural. Si, inmediatamente después del baño o de la ducha, tu piel aparece roja y te pica, sabes que el agua que usas es demasiado caliente y que tu piel ha comenzado a secarse o incluso ha empezado a agrietarse. Podrán aparecer manchas secas, que al tacto se sienten escamosas, o puedes experimentar picazones, o erupciones cutáneas, y te puedes volver muy susceptible a infecciones externas.

Debido a que la temperatura puede ser un factor relativo, ¿Cómo sabes si el agua está fría o caliente para ti, y cuál es el sistema para medirla?

Tu cuerpo.

Cuando la temperatura del agua es superior a la temperatura de tu cuerpo es considerada caliente o muy caliente. Cuando es de la misma temperatura es tibia, y es fría, o bastante fría, cuando su temperatura es menor a la de tu cuerpo.

Una manera segura para entender si el agua es muy caliente es usar tu cara como medida. Si tu cara no aguanta esa agua, significa que es demasiado caliente, y es mala también para el resto del cuerpo.

Así que, si no hay fiebre u otra enfermedad, para el baño y medio baño (mira esos artículos en mi blog, puntos holísticos 5 y 6) —y particularmente para la limpieza de los genitales— el agua debe ser mucho más fría que la temperatura de tu cuerpo.

Excepción – En un clima invernal, y si tu casa no tiene calefacción, o si estás enfermo(a), resfriado(a) o eres muy sensible al agua fría, o si estás en un lugar donde hay condiciones extremas de frío, usa agua tibia y no te bañes en un lugar abierto.

Mujer – Durante el período menstrual si prefieres, báñate con agua tibia. Lo mismo si vives en un clima frío, o si eres muy sensible al agua fría.

El agua calentada por el sol es particularmente buena para el baño.

Como he dicho antes, en ningún caso la temperatura del agua debe ser más alta que la temperatura del cuerpo.

 

Después de la Ducha

Una vez que hayas terminado la ducha, es mejor dar palmaditas en lugar de frotarte para secarte. Usa el aceite de coco que evita que la humedad salga de la piel y actúa como un reemplazo temporal para los aceites naturales de tu piel.

Paso a Paso – Sé lo que al inicio significa entrar en una ducha fría pero no tiene que ser un salto inmediato. Inicia con el sistema que te he enseñado. Si no puedes absolutamente evitarlo, empieza con tu agua caliente, pero redúcela a tibia y después pasas a la fría. Lo importante es que termines con el agua fría.

Experimenta contigo mismo(a). Usa varias combinaciones, (caliente, tibia, fría, o tibia/fría o caliente/fría y además variando los tiempos de exposición al agua fría). Mira cómo te sientes y escríbelo. Haz un estudio contigo mismo donde tú eres el investigador. Tus premios serán salud, vitalidad y bienestar integral.

 

¡Cuidado!

Si tienes algún problema cardíaco, y te duchas o te metes sin preparación en una bañera, río o piscina con agua fría, el cambio súbito de temperatura puede causar un choque al corazón, una congestión y/o posibles problemas a pulmones y corazón. En el peor caso, puede también llevarte a un síncope cardíaco que puede llegar a ser muy peligroso, y hasta llevar a la muerte.

También, cuando te bañas con agua fría después de una noche completa de sueño, cuando estás acalorado, si tienes hipertiroidismo, o si eres particularmente friolento, puedes dar un golpe al sistema nervioso.

Tampoco olvides que el agua caliente afecta negativamente y desequilibra el sistema glandular, dando una sensación de cansancio, torpeza y debilidad. Además tiene el efecto de entorpecer los nervios y de volver la piel áspera y contraída.

Para evitar esos problemas, sigue el sistema del baño que encuentras aquí

No seas egoísta, ¡aprovecha y difunde este conocimiento!

 

PS – Un bombillo brilla si es alimentado por algún tipo de energía, y sólo entonces ilumina y alegra tu vida. Aunque amas disfrutar de su luz, no olvides que sin energía es sólo una pobre mezcla de metal, filamentos y vidrio.

Yo soy como ese bombillo; un simple discípulo, un aprendiz de la Vida que, tal como tú, está en el Camino. Aparte de un poco de estudio y muchos años vividos intensamente, NO soy el autor intelectual de este artículo, y la sabiduría que hay en él me ha sido transmitida por mi Maestro.

No te fíes de mí, olvídate de mi pequeña luz, y ve más allá, directamente a la Fuente que me inspira, hace brillar, y me da fuerza, compasión, conocimiento y devoción.

Y piensa en esa Fuente, en esa Energía Universal que me alimenta, y pronto conocerás el verdadero Autor de este artículo, y de todo lo que escribo… y sabrás de dónde llega Esa Luz y Amor.

PS – Como siempre, a parte algunas experiencias o interpretaciones personales, NO soy el autor de esta sabiduría, que me ha sido enseñada por mi Maestro.