Antes de empezar, es importante que leas una introducción a este artículo. (AQUÍ)

Te pregunto: ¿Lavas tus platos sucios con agua y detergente, o los limpias sólo con papel higiénico?

Hoy te voy a hablar del uso del Agua y aunque al inicio este punto no te podrá parecer ‘espiritual’, en realidad lo es porque te ayudará a controlar el ‘mico borracho’ de tu mente que, a través de instintos y deseos que la influencian y degeneran, te privan de la paz y tranquilidad que quieres.

Veamos cómo.

El Agua, porque en la existencia de cada ser humano tiene un rol fundamental, debe ser el punto de inicio de cualquier proceso integral de bienestar.

El Agua es vida.

Al inicio de la civilización humana nuestros antepasados eran subdesarrollados y así los sabios y Maestros de Oriente los instruyeron a bañarse una o más veces al día (según el clima), y a lavarse antes y después de comer. Eso es sentido común, nada de nuevo porque tú sabes muy bien que el agua es salud, higiene, y que mantiene todos los órganos en funcionamiento.

Pero hoy te voy a comentar tres puntos importantes sobre el uso del agua que tal vez nunca te han enseñado.

  1. Agua y Calor

Sabes que cuando algo se sobrecalienta —un celular, un motor de carro etc.— empieza a funcionar mal y llega a dañarse o a quemarse. En la misma manera, el calor, que es un componente de tu cuerpo, tiene una importancia transcendental para tu bienestar integral y, cuando es excesivo, causa una alteración en el funcionamiento de tu sistema glandular.

Y así, tal como para apagar el fuego se necesita agua, para ‘apagar’ las glándulas que se vuelven ‘calientes’, se necesita agua fría.

Además de simples normas de higiene, los Sabios y Maestros explicaron a los discípulos que hay dos centros de energía (Cakras) que controlan los factores sólido y líquido. Localizados respectivamente en el coxis y en la raíz de los genitales, son los más burdos porque controlan las tendencias básicas de la mente.

Cuando se orina o defeca se genera mucho calor que desequilibra las glándulas correspondientes y así, para tenerlas bajo control, DEBÍAN verter agua fría en los genitales cuando orinaban, y DEBÍAN lavarse después de defecar para así prevenir la supra-estimulación de los centros de energía inferiores, más relacionados con el deseo sexual.

  1. Agua y Limpieza después de Orinar

Usar agua fría en tu órgano genital después de orinar tiene varios beneficios físicos y mentales. El primero es que el agua fría en tu órgano —una cantidad necesaria para causar una contracción de la vejiga y de los tejidos asociados— contrae los músculos y estimula la excreción de orina restante evitando que restos de orina se queden en el órgano. Su uso elimina sedimentos residuales o urinarios y otras toxinas que se producen, ayudando a prevenir posibles infecciones. Es también una excelente forma de prevención porque evitará la formación de cálculos renales, formados primariamente por ácido úrico.

Para las mujeres el uso del agua puede también prevenir trastornos de la vagina y de la uretra, limpiarlas de flujos vaginales de desecho y, más que todo, puede evitar la infección del tracto urinario que es un disturbio muy común entre ellas.

 

  1. Agua y Limpieza después de la Evacuación

En Occidente esa conciencia básica de higiene nunca se desarrolló y todavía en muchos países de Europa y del mundo hay personas que no se bañan diariamente y que no usan el agua después de evacuar.

El agua es importante porque el papel higiénico, aparte del poco valor ecológico que tiene porque acumula desechos, no es para nada higiénico ni saludable ya que, además de irritar la piel, no limpia de forma completa.

Para ser más claro, regreso a la pregunta que te hice antes ‘¿Lavas tus platos sucios con agua y detergente, o los limpias sólo con papel higiénico?’

Sé que usas agua y detergente porque sabes que, de lo contrario, muchas bacterias se quedarían en ellos y te podrían causar enfermedades cuando los uses después.

De este modo, nace otra pregunta. ¿Son acaso tus platos más importantes que esa parte escondida que todos tenemos y que nadie menciona?

Y considera que en el ejemplo de los platos estamos hablando de comida limpia y comestible, y en el segundo caso de comida ‘procesada’, y ciertamente no muy atractiva.

Siempre por higiene, al limpiarse ano y genitales, se recomienda usar la mano izquierda (si no eres zurdo normalmente usas la mano derecha para comer) y después lavarse bien las manos con jabón. Además, siempre por higiene, es importante tocar el jabón con la mano derecha, la cual, también usarás cuando saludas u ofreces algo a alguien. En ese caso es mejor usar jabón líquido.

Es igualmente importante secarse después de orinar o defecar. No olvides hacerlo apropiadamente porque, como hemos dicho, la humedad en esas áreas es causante de hongos y bacterias.

Uso del Agua en la Casa y en la Calle

Mantén un vaso al lado del sanitario y, después de orinar, vierte agua en tu órgano genital. Ese vaso debe tener un tamaño que contenga una cantidad necesaria para causar una contracción de la vejiga y de los tejidos asociados.

Porque frecuentemente en muchos baños públicos o buses no se encuentra agua con facilidad, es bueno llevar siempre contigo una pequeña botella de plástico de agua para que te puedas limpiar correctamente.

No te quedes con este conocimiento sólo desde el punto de vista intelectual, 

¡ACTÚA!

Te hablaré más del uso del agua en los puntos 5, Medio baño, y 6, Baño, donde, en una manera científica y lógica, te explicaré cómo, gracias a ellos, puedes tranquilizar tu mente y equilibrar el sistema glandular.

PS – Como siempre, a parte algunas experiencias o interpretaciones personales, NO soy el autor de esta sabiduría, que me ha sido enseñada por mi Maestro.